Arrived


El invento humano. La excusa perfecta para hacernos creer a todos que algo estaba ahí incluso habíendo sido producto de nuestra imaginación.
¿Quién nos dice que los números sean así desde siempre? ¿Que el tres no se llama tres solo porque a los que los nombraron, no se les ocurrió otro nombre? ¿Que las matemáticas funcionen con la arquitectura por mera coincidencia?
¿Y si todo es casualidad?

Vivimos atrapados por un reloj que nosotros hemos inventado. Los segundos no existen, solo son una manera de atarnos, de controlarnos, de hacer que dos personas se encuentren en una misma secuencia. Hemos creado el mundo, lo hemos configurado, le hemos dado a todo nombre. Y aún así, nos quejamos, como si todo esto hubiera sido hecho a nuestra desgracia.

Cuando el ser humano tiene algo dominado, le da nombre. ¿Cómo si no, todo aquello que desconocemos (qué nos da miedo, en conclusión), despierta ésa conocida pregunta: qué es eso?
Por eso mismo, todo aquello que conocemos, pero que sin embargo no tenemos dominado, tiene más de un nombre. Más de un sentimiento tiene sinónimos. Más de una enfermedad tiene sobrenombres. Más de una causa perdida tiene varios nombres.
¿Cómo se puede llamar al final de todo?
¿Apocalipsis?
¿Final?
¿Medianoche?
¿Abismo?
¿...?
¿META?

¿Habré llegado a ella?

Nadie ha nacido caminando solo, todos hemos echado a andar cogidos de una mano.
Al escaparnos, no conocemos nada.
¿Habré sabido encontrar la senda correcta?

1 comentarios:

  Anónimo

3 de octubre de 2008, 14:23

Tienes que explotar esta capacidad tuya de escribir...
en serio, éstos dos últimos escritos me han encantado... tienes madera, bollito ^^
Y la poesía... muy romántica! se nos está pegando el amor langostineor me parece a mí!

(give you a chance) jajaja