the moon reflected...


El momento más memorable es cuando te das cuenta de que tu vida es un completo fracaso.
Cuando ves que tus objetivos hasta ahora no habían servido para nada, sobre todo cuando aquello de lo que tanto tiempo te habías protegido te hiere de lleno y te posee por completo. Cuando aquello que tanto habías temido te seduce y inspira toda tu vitalidad hasta dejarte vacío, insulso, como una marioneta. Te han cortado los hilos, yaces sobre la estantería sin tener recursos para moverte.
¿Dónde estaba tu mente entonces? ¿Y tu conciencia?

Sólo existen dos clases de seres humanos. Los poetas y los ensayistas.
Los poetas, eternos bebedores del vino que destila la luna, sedientos amantes del satélite nocturno, se diferencian de los ensayistas en que éstos, beben y mientras beben, escriben. Sin embargo, los ensayistas, viejos apostados al final de la barra con su inseparable vaso de whiskey, piensan, reflexionan. Cuando ven lo que hay detrás de las grandes preguntas mundanas, no están satisfechos, y beben. Beben hasta estar borrachos, beben hasta el límite.
Y para sacar el alcohol del cuerpo, es entonces ahora cuando se ponen a escribir, y vomitan las palabras.
El poeta conoce las pinceladas más maravillosas y pinta diluyendo la pintura con una lágrima. El ensayista emborrona servilletas de un bar, con manchones de tinta de una estilográfica estropeada.
Sin embargo, ambos beben. Beben porque cuando el vino les ha cegado los ojos, las estrellas titilan; beben porque cuando nadie sonrie la mona lisa lo hace; beben porque cuando todo es amargura, nacen conspiraciones de cualquier letra. Escriben, porque saben que nadie les va a leer, y esconden poco a poco trozos de su ser, en esas parrafadas, en esas estrofas, en esos versos, en ésos ensayos. Cuanto más escriban, tendrán mas pedazos suyos repartidos por el mundo, y así podrán conocer la llamada pluralidad.

Porque el arte es egoísmo, crear algo para ti y que nadie más puede entender. Podrás pintar cuadros, podrás escribir poesía, podrás tocar canciones, pero nadie sabrá nunca qué tenías en la cabeza a la hora de crear.
Y por mucho que lo expliques.
Nadie va a poder verlo nunca.

2 comentarios:

  WannaBeTheSkinnyBitch

28 de octubre de 2008, 8:59

Es tuyo ese texto?
Porque me lo he leído de piez a cabeza y realmente me ha encantado!
En serio lo digo prin, muy bien escrito y sobre todo, logras que cada uno se haga la imagen de un poeta y un ensayista, me refiero, pien se en gente que conoce!
Te dejo todos mis animos!
Cinderella!

  Alfa

28 de octubre de 2008, 12:16

por qué será que en 2º de bachillerato es cuando más inspiración tenemos?!
me ha encantado la comparación poeta-ensayista, y tu interpretación de la bebida como método para escribir... sólo una objección: yo, sin ser ensayista, también emborrono las servilletas!! jajaja seré una mala poeta, o tendré rasgos ensayísticos...?

tú con tus ensayos, yo con mis poemas... algún día dominaremos el mundo!! (o, por lo menos, tendremos la certeza de que nunca nos dejaremos dominar)

curiosa arma, la escritura...

bss xiki