Creemos que tenemos el derecho de pensar cuándo nos merecemos algo y cuándo no. Nos pensamos que por el simple hecho de haber sido buenas personas nos merecemos cosas buenas.
Y luego está el dolor físico y dolor psíquico. Hay gente que va por fases: vértigo, ansiedad, depresión, tristeza, risa nerviosa, optimismo, vuelta a la depresión, y ya la ausencia.
Nunca se sabe cuando se va a cambiar de fase. Puede que en un dia se experimenten todas.
O...o no.
Cuando vas pasando por una fase, siempre te viene la misma pregunta; ¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Y nunca hay respuesta.
Luego piensas: todo lo que me pasa, bueno o malo, ha nacido de mis acciones.
¿Nunca te asaltan preguntas del tipo: y qué acción ha dado lugar a mi nacimiento? ¿Qué acción ha dado lugar a que tenga la familia que tengo? ¿Qué acción hace que personas tengan cáncer, se mueran sus seres queridos, nazcan deficientes mentales...? ¿Qué es lo que se supone que han hecho para que como resultado obtengan aquello?
Y ya sin hablar de los errores, los enfados, cuando no te controlas y dices cosas que no quieres.
No hay vuelta atrás. Aunque a veces sirva de consuelo pensar que podria haber pasado si te hubieras comportado de otra forma, si pudieras echar atrás el reloj...
Si pudieras, sólo si pudieras...tener otra oportunidad...
2 comentarios:
26 de septiembre de 2008, 7:42
Sabes? no es que me guste recordar todos los errores que he cometido, pero creo que puedo aprender de ellos de (casi) todos, y sino llevarlos a cuestas y sonreírle a la vida.
Porque tengo muchas cosas buenas, entre ellas a vosotros, a ti, que aunque no lo creas me has dado fuerza en algunos momentos y sabes que para mí no ha supuesto ningún esfuerzo ayuudarte y estar a tu lado cuando has estado realmente mal.
por eso, y porque espero seguir teniéndote por mucho tiempo más, y por compartir muchos otros yoes...
te quiero, nena!
Alba
26 de septiembre de 2008, 18:18
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