miedo.

(Del lat. metus).

1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.

2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.




La mente humana, regalo del destino, único lugar disponible para enajenarse y escapar bien lejos; rincón de monólogos secretos e inconfesables, almacén de trastos viejos y fotos inservibles, baúl de nostalgias tóxicas y amargas, fruto de la consciencia de saber que son momentos que no van a volver.
La mente. Cárcel para la lógica, domadora de ilusiones, destructora de fronteras y sin embargo censuradora de acciones.
Sueñas con futuros no muy lejanos que el día menos pensado tu mente se viene abajo y los recubre de neblina. La maldita ironía de una vida que te lleva por el camino menos pensado hace que tus propios pasos se encaminen solos adonde no tendrías porqué andar, pero que sin embargo transitas.
Es ella. Es la mente. Vieja y sabia caja de pandora: vil cuidadora de sentimientos que se retuercen sobre sus entrañas, como los celos, los miedos, la venganza, los rencores, el odio, el dolor, el desamor, el vacío....

En ella se encuentra tu peor enemigo: tú mismo.

¿Por qué en contra de toda lógica establecida te embarcas en el velero de la peligrosa paranoia? La mente funciona y funciona, da vueltas en torno a un círculo bien estrecho, creando un peligroso tornado que comienza a soplar las velas, y te lleva bien lejos, donde la luz del faro no ilumina y las rocas emergen del agua como peligrosas apariciones.

No puedes tener miedo. El miedo sólo forma parte de una ilusión. El miedo no es más que un episodio que debes aprender a controlar. No vas a perder lo que más amas. No te va a abandonar la señora fortuna. No eres distinto a cómo eras antes sólo por haber hecho del ambiente algo un poco más tenso.
Acciones y palabras, no se cuentan por igual, pero son fieles compañeras.
Actúa conforme a tus palabras, y tus palabras serán contadas como acciones.
Tus besos los acompaña siempre un "te quiero" y tus abrazos me susurran al oído: "te cuidaré siempre".

Ya no tengo miedo. No debo dejar a mi cabeza pensar por mi corazón nunca más.

2 comentarios:

  Anónimo

22 de septiembre de 2009, 17:08

La mente esconde lo más íntimo de cada uno. El miedo es lo más natural y lo más doloroso de todo, cuando éste se logra superar, el alivio es parte de la ganancia que nos brinda. Alguien me dijo una vez que nunca tuviera miedo de nada y sin embargo, es lo que más me bloquea. La suerte de algunos y la negligencia de otros; cuando el miedo se supera ya nada es imposible, todo tiene una dirección y una meta.
La felicidad que se puede palpar solo con observarte anima a cualquier mente perturbada por la angustia, a seguir adelante.
La desidia se nota en cada acto...

Tequié! (L)

··Yume··

  Alfa

25 de septiembre de 2009, 9:15

Cada vez escribes mejor :)