Doubts


"Something's getting in the way
Something's just about to break
I will try to find my place in the diary of Jane"


Rechazo. Miedo al rechazo. Toda una vida perdida en un túnel que lleva camino al tenebroso País de Las Maravillas.
Pequeño sombrerero loco que se alquila una vivienda en tu cabeza, y todo lo hace a su antojo; se dedica a criticar tus decisiones, a infundirte temores, a creerte culpabre de todo; su dedo, afilado, largo, huesudo y extraño te señala, te acusa.
Piensas que tiene razón. ¿porqué iba a pretender destruírte? Sin embargo no es fácil vivir con dos personalidades distintas en la cabeza. A pesar de todo, te sientes sólo, ¿¡Cómo es posible?! Y es que, una vez más, te demuestras a tí mismo que la compañía humana es ficticia. Tu corazón está vacío, y nadie pretende hacerte compañía, la persona infeliz, el alma más fría e hinóspita del mundo.

Quejarse es inútil, para qué, si tienes todo lo que cualquiera podría desear. Nada comparado con sentirse perdido, tener un inmenso géiser en la cabeza que destruye cualquier pequeña seguridad que se encuentra a su paso. Dispara, la disemina por todas partes. No queda nada.
Una habitación empolvada, una mecedora a merced del viejo e impío tiempo.
Guadañas, espejos rotos, deseos de cambio, y sin embargo movimientos ambarinos de un mosquito congelado en el universo. Lloras. Sueñas. Te secas lentamente, te vas salinizando, como aquellos que miraron atrás en su éxodo de Sodoma y Gomorra. Te detienes. Y no eres capaz de seguir avanzando a trompicones en ésa burda carretera. Todo es demasiado oscuro, todo es demasiado frágil.

Te crees que todo se solucionará fácilmente. No tienes ni idea. No esperas nada del imprevisible y caprichoso futuro. Te está esperando, pero tú no quieres avanzar. Y arrastras a otros contigo. Detienes trenes, abres cráteres, implosionas planetas, destruyes ciudades, mundo, creas estrellas, iluminas el cielo, estallas canciones, fragmentas sueños, ilusiones, matas vida, absorbes vida, eliminas esperanzas.
Pero sigues atándola contigo. Sigues atando sus huesos a su tumba, sigues encadenando sus músculos a su lápida, sigues enterrándola en la oscuridad, sigues cortándole el aire a la hora de respirar y una y otra vez la matas, la quemas, la arrancas la piel a jirones, revientas sus pulmones, y muerdes su boca enredándote en su muerta lengua una y otra vez.
Déjala ir.
Déjala ir.
Déjala ir.

Déjala morir.
Déjala morir.
O, por primera vez, despierta de tu sueño, y comienza a vivir para ella, tal como ella vive para tí.



Intenta encontrar desesperadamente la llave que abre, y te encuentra sitio, en el diario de Jane....